30 julio, 2006

T me escribe...

Entre las muchas cosas que me interesan, está la literatura. A los 15 años me paseé por el siglo de oro de la literatura española con "El cantar del mio Cid" y el "Don Quijote", entre otras. A esa misma edad me apasioné con Shakespeare y me leí de cabo a rabo "Hamlet", "Otelo", "Romeo y Julieta" y "Sueño de una noche de verano". Luego pasé al movimiento costumbrista, el realismo mágico y cuentos, mitos y leyendas de la América del centro y el sur.

Ahora, luego de casi 8 años con el francés a mis espaldas, me reencuentro con la literatura francesa y belga de la mano de T, un muy querido amigo belga a quien conocí en mi primer viaje a Francia, a Nancy, allá por julio de 2001.

T, sensible y discreto de siempre, ha logrado mantener conmigo una amistad que se ha impuesto a los más de 8.000 Kms que nos separan. En sus conversaciones conmigo siempre se respira un aire de calma y la metáfora, las sinestesias y las imágenes nos abundan en la prosa. Es que tenía que ser así, no se podía esperar menos de un filólogo y una traductora que se juntan para conversar de lo más simple de la literatura.

T ha querido, a pesar de la distancia, hacerme un regalo hermoso. Tras enterarse de una forma un tanto sorpresiva de todo lo que me pasó en su Bélgica natal, T me mostró (o yo le mostré a él... o los dos mutuamente) que la amistad es, en efecto, una pequeña plantita que hay que cuidar para que retoñe y dé frutos. Así, él me ha enviado 3 lindos libros y una carta hermosa, de esas que ya no hay, de esas que sólo salen cuando el cariño es grande y el tiempo que hemos compartido juntos ha sido muy breve. Una carta para ilustrar lo más fielmente posible una cosa bellísima que nos ha pasado a ambos: la amistad.

Me perdonan que la copie en el idioma original. La traducción está más abajo. Espero sepan apreciar, como yo, su estilo de escribir y sus palabras cuidadas, su armonía pausada y su imaginería apastelada (en colores pastel) . Es que, me he dado cuenta, la carta de mi amigo T es, en sí, una pieza de esas que ya no hay más, de esas que parecen arrancadas de los baúles decimonónicos para el disfrute de los modernosos seres del siglo XXI que se llenan de sonrisas con las cosas románticas y los recuerdos. Es literatura que se mezcla con la cotidianidad y la sorpresa. Sabor a añejo y a deleite. Realismo e impresionismo. Gracias, T, por ser como eres!

Reproducción de la carta:

Chère Laura,

La correspondance par lettres ne vit pas ses meilleurs jours. Supplanté par sa rivale électronique, elle a pourtant des atouts que la rendent irremplaçable dans certains cas. C'est que les mots tracés à l'encre prennent corps, se font chair et os sur le papier et permettent ainsi un contact, et surtout un ton, que nul autre moyen de comunication obtiendrait.

Aujourd'hui donc une telle occasion se présente, qui devrait rendre possible un moment de plus grande ouverture entre nous. Il m'arrive souvent de songer à ce que tu m'as appris, et surtout à la façon dont je l'ai appris, presque par hasard, au gré du coup de tête que j'avais de passer outre la mention "absente" qu'arborait ton sigle dans la fenêtre de Messenger.

La chose m'a frappé, et peut à la limite servir de leçon: l'amitie est comme un jardin, qu''il faut entourrer de soins et d'attention pour qu'il devienne fleuri. Les considérations m'ont guidé dans le choix des livres que tu auras reçu en même temps que cette lettre. "Bruges-la-mort" mis à part, livre que je t'ai promis de longue date, tu devrais avoir sous tes yeux deux romans de Marie Gevers, plus connue sous le nom de la "Damme de Missenbourg". Missenbourg, c'est le résultat de la francisations -partielle- de "Mussenburg", proprement le "rampart des moineaux". Cette appellation aux accents poétiques convient à merveille pour désigner ce vaste jardin tout près de l'endroit où j'habite depuis la plus tendre enfance.

C'est mon espoir, que ces livres t'apporteront quelque chose de semblable à ce qu'ils m'ont apporté à moi: un regard nouveaux sur la terre d'ici, sur ses habitants, sur leurs coutumes, lesquels Gevers décrit avec bienveillance, mais sans naïveté. La romancière a pu cerner, avec bonheur, l'enracinement des hommes et des choses humaines dans l'eternel va-et-vient de la nature, telles les croissances et les décroissances del eaux scaldiennes.

Mais ce goût du temp cyclique n'a chez elle rien de déterministe: sous sa plume, la succession implacable des saisons se fait affirmation de la vie, ainsi que source d'espérance. Vivement que ses sentiments d'espoir et de renouveau puissent devenir nôtres!

Je dis bien "nôtres", même si nous nous trouvons si loin l'un de l'autre, et que j'ai tout la peine du siècle à me représenter ta vie à l'autre bout du monde. Je ne sais pas comment tu as vécu ton retour au Venezuela, après ce longséjour sous d'autres cieux: as-tu le sentiment de reprendre le fil de ta vie d'antan? Ou de faire table rase encore une fois?

Quoiqu'il en soit, sache que je pense beacoup à toi, et je tiens à répèter mon offre d'assistance: je te dois bien ça.

Vu les circonstances, nous ne sommes pas surs de nous revoir un jour. Ceci ne devrait cependant pas nous empêcher de garder le contact, si tant est que nous le voulions. C'est pourquoi je voudrais terminer en t'assurant de ma meilleure volonté, en plus de ma profonde affection,

T.....

Traducción:

Querida Laura,

La correspondencia por cartas no vive sus mejores días. Aunque desplazada por su rival electrónica, posee atributos que la hacen ireemplazable en ciertos casos. Se trata de eso de que las palabras tomen cuerpo, se vuelvasn carne y hueso sobre el papel y permitan así un contacto, y sobre todo un tono, que no se puede obtener con ningún otro medio de comunicación.

Es así como hoy se presenta una ocasión de estas. Ocasión que debería servir para crear un momento de mayor apertura entre nosotros. A menudo pienso en lo que me contaste y, sobre todo, en la forma por la que me enteré, casi por casualidad, a pesar del chasco que pude llevarme al no hacerle caso al mensaje de "ausente" que ostentaba tu ventana del Messenger.

La cosa me ha afectado y, de último, me sirvió de lección: la amistad es como un jardín al que hay que cuidar y atender para que florezca. Estas consideraciones me guiaron en la escogencia de estos libros que deberías haber recibido junto con esta carta. Exceptuando "Bruges-la-morte", libro que te había prometido hace mucho, ante tus ojos deberías tener dos novelas de Marie Gevers, más conocida como la "dama de Missenbourg". Missembourgh es el resultado del afrancesamiento parcial de "mussemberg" que, propiamente, quiere decir "prado de los gorriones". Esta demnominación de tintes poéticos, resulta perfecta para designar a este vasto jardín cerca del sitio en el que vivo desde mi más tierna infancia.

Espero que estos libros te aporten algo parecido a lo que me aportaron a mí: una mirada nueva sobre esta tierra(Bélgica), sus habitantes, sus costumbres que, Gevers describe con benevolencia pero sin inocencia. La novelista pudo enfocarse, felizmente, en el enraizamiento de los hombres y las cosas humanas en el eterno ir y venir de la naturaleza, tal como ocurre en las aguas que crecen y decrecen en la literatura de Skald.

Y digo bien "nuestros", incluso a pesar de hallarnos tan lejos el uno de la otra y a pesar también de que me cuesta lo indecible imaginarme tu vida en el otro lado del mundo. No sé cómo viviste tu regreso a Venezuela después de esta larga estadía bajo otros cielos: ¿tienes ganas de retomar tu vida de antaño? ¿O de hacer tabula rasa otra vez?

Sea lo que sea, quiero que sepas que pienso mucho en tí, que insisto en repetir mi oferta de asistencia: te debo eso.

En vista de las circunstancias, no podemos estar seguros de vernos algún día. Esto, sin embargo, no debería impedirnos mantener el contacto si así lo queremos. Por eso, quisiera terminar esta carta asegurándote mis mejores deseos y mi más profundo afecto,
T....

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Y luego me preguntan que si no me canso de sonreir. Cómo me voy a cansar de sonreir si tengo amigos tan lindos como T?
Et après on me démande si je ne suis pas fatigué d'autant sourire. Comment peux-je ne pas sourire si j'ai des amis comme T?

28 julio, 2006

Mudanzas. Recomendaciones y conceptos

Ayer me contó una amiga que en agosto se muda. Y hoy se oficializó la mudanza de otro amigo mío. Nadie me ha pedido consejo pero "a quien pueda interesar", aquí les dejo mis pequeñas reflexiones y consejos sobre lo que se debe hacer en las mudanzas. A echarles una ojeada y escribir sugerencias y recomendaciones. Quien quita que lo que hoy me enseñen ustedes, me sirva para mañana!

Las cajas:

1) Escoja una buena caja para embalar. Parece ridículo como recomendación pero no falta el que escoge una caja de un cartón delgado, o mal sellada, y cuando levanta la caja para transportarla... se le desfonda.

Recomendación de Laura: Caja de un buen cartón, con el fodo sellado firmemente. A ser posible, que el tirro (adhesivo, scotch, cinta de enmascarar, etc.) sujete la ranura del fondo y dos laterales. Y mejor aún si se sellan con 3 tiras de tirro en la parte de la ranura del fondo (donde se juntan las solapas, pues) y luego se le sellan los bordes restantes. Gaste adhesivo y evite la cristalería rota, es mi mejor consejo.

2) Etiquete la caja que embala. Nada hay de malo en ser desordenado, es otra forma de enfocar el orden, aclaro. Pero sea desordenado con sus cosas una vez que tenga un sitio donde debería ir una cosa y no está ya allí. Me entiende el sutil manejo del orden mínimo que necesita el desorden para que parezca un desorden y no simplemente una cosa lógica "por procesos de mudanza"? Sea desordenado por convicción y con esmero, sino lo va a hacer bien, como en todo, no lo haga.

Repito, etiquete la caja que embala. Debe anotar lo que metió en la caja. Y me refiero a absolutamente TODO lo que meta en la caja. Sino, después corre el riesgo de empezar a preguntarse "Y dónde habré dejado yo los cubiertos?..."

Humilde recomendación de Laura: péguele un papel encima a la caja con algún tipo de tirro (cinta de enmascarar, scotch, etc.) y vaya anotando todo lo que lance, acomode, ajuste o amontone allí adentro. Luego, hace una lista linda y bella que pegará en un extremo VISIBLE de la caja.

2.1) Posible variación al etiquetado de las cajas: si usted prefiere no exponer a los indiscretos ojos públicos (mi opción preferida) su vida más personal e incomprendida (le juro que ni uno la entiende cuando comienza a verla expuesta), puede poner a cada caja un número y, en una libreta aparte (que todos sabemos que no va a perder... o que si la pierde la va a encontrar porque se supone que debería estar en X parte...) anota el contenido de cada caja.

3) Plastifique la lista que indica el contenido de la caja: como a estas alturas ya sabemos que usted es un ordenado compulsivo o un desordenado por convicción y con mérito, suponemos que le pondrá algún tipo de protección plástica por encima a esa bella lista que tanto trabajo le dió elaborar para cada una de sus cajas. Uno nunca sabe cuándo le lloverá en la mudanza o le caerá un chorro de agua de alguna matera del vecino mientras transporta alguna de las cajas.

Recomendación de Laura: coloque la lista dentro de una de esas hojas plásticas para archivadores y péguela a la caja por el extremo que queda abierto... o ponga la lista en la caja y encima póngale un pedazo de plástico para forrar cuadernos que sellará igualmente por sus cuatro costados.

4) Empiece a embalar lo que menos necesita. En este punto, cabe aclarar que si lo que va a embalar de verdad le parece absurdo o muy viejo, feo o pavoso o cualquier otra cosa que haga que mire el objeto por más de 3 segundos seguidos con una mezcla de asombro y descrádito, descártelo. Hay organizaciones de caridad, centros de reciclado, escuelas y talleres artesanales, museos y galerías de arte... y basureros.

Recomendación de Laura: Vea, más adelante, el apartado "Qué embalar"

5) Embale por habitación. Otra recomendación que parece obvia pero que no me atrevo a considerar tan elemental precisamente porque le acabo de mencionar que debe embalar primero lo que menos necesita. Siguiendo este criterio, puede resultar que en una caja encontremos toda la colección de libros de fauna silvestre que le legó el tío Benito... y la salsera negra y verde fluo que le regaló Cecilia en un ataque de esnobismo muy de ella y que no le queda bien con nada pero la usa cuando viene Cecilia a comer, una vez cada dos años.

Recomendación de Laura: muévase a cada cuarto con una caja en sus manos y, siguiendo las recomendaciones del punto sobre "qué embalar", ármese de valor y clasifique en la pila "sí" y "no" lo que exista en ese cuarto. Así le quedará ropa con ropa y platos con tazas y no cafeteras con medias, tazas con camisas.... o libros con porcelana...

¿Qué embalar?

En una mudanza, forzosamente, se consigue uno con pequeñas maravillas, acertijos incomprensibles, absurdos impensables y sorpresas únicas... porque uno no se sabía capaz de poseer, no se sabía poseedor o no se acordaba que alguna vez poseyó el objeto que se haya tropezado en la revuelta de closets, gavetas, alacenas, estantes y anaqueles.

Leí una vez sobre una teoría de poner 3 bolsas, cajas o recipientes para poner en uno "cosas que conservo", en la de al lado "cosas que no quiero" y en la última "cosas que no sé si conservar o descartar". Sé, por la más cruda de las experiencias (la mía propia), que uno es un empedernido de los romanticismos y los recuerdos y se AFERRA a objetos PERFECTAMETE INUTILES en nuestras vidas actuales y bullentes.

Sí, es verdad que tuvieron una importancia capital en su época pero ya no. Y nos negamos a reconocerlo! Así las cosas, en esa fulana pila, caja, bolsa o contenedor de "cosas que no sé si conservar o descartar" termina siendo la más alta de las 3 pilas y, lógicamente, al final terminamos quedándonos con más objetos de los que podemos o debemos conservar. Olvídese de los sentimentalismos y arme solo dos pilas, una que diga "" y otra que diga "no". He aquí algunos criterios que son muy útiles para deshacerse de cosas sin ningún tipo de remordimientos:

- Tiene más de 6 meses en el sitio y nunca lo ha usado. No le hizo falta, no le hará falta... créame.
- Tiene un buen tiempo guardándolo para "una ocasión especial" y nunca lo ha usado. Ya puede usarlo o decidir si quiere descartarlo.
- No sabía que lo tenía. Si pudo vivir sin ese objeto y no le parece motivo de júbilo porque "se acaba de regalar X cosa que va a poner en Y sitio (o en su persona)", descártelo.
- No le gustó cuando se lo regalaron y sigue sin gustarle. No le gustará, es lo más probable.
- Le estorba pero siempre lo ha guardado "porque era de Pascualo...". Seguramente alguien podrá darle mejor uso que usted... es más noble recordarlo así de benéfico para seres que ni el mismísimo Pascualo pensaba conocer.
- Le trae recuerdos de relaciones pasadas que no siempre se le hacen gratas recordar. No se torture... lo pasado es pasado y le pasó para que aprendiera cosas y perspectivas nuevas, no hace falta que se revuelque en dolores. Si no me cree, léase el libro de "Al infierno se va en pareja" de César Landaeta, él puede asesorarle mejor. Una mudanza también puede ser una buena razón para "mudarse" el corazón y los sentimientos.
- Le recuerda momentos sombríos, tristones, angustiosos o desesperados de su vida cada vez que le pone los ojos encima. Ver el punto anterior...

En una mudanza siempre se rompe algo, se pierde algo y se echa de menos algo. Es mejor que haya menos cosas que cuidar y resguardar para evitar en la medida de lo posible perder más cajas o tener más cosas rotas o echar de menos más cosas. Y nunca se arrepienta de lo que descartó: la vida se encargará de regalarle muchas otras más hermosas...

¿Cómo llevarse las cosas a la nueva morada?

1) Busque agencias de mudanzas. Infórmese sobre las tarifas y los servicios que ofrecen, años de experiencia y rutas que cubren. Algunas agencias cubran por distancia. Otras cobran, simplemente, por ofrecerle el servicio, vay a adonde vaya.

Recomendación de Laura: hágalo con tiempo. Del apuro no queda sino el cansancio... y alguna mala trastada!

2) Pida ayuda. Si son pocas cosas, puede pedirle a amigos y familiares que lo ayuden a llevar lotes de cajas, cosas frágiles o todo lo que piensa llevarse, hasta su nuevo destino.

Recomendación de Laura: Pregunte entre sus amistades y familiares quién o quiénes podrían echarle una mano para mover sus cosas hasta su nuevo domicilio. Discutan posibles cantidades o número de cajas que cada uno de los participantes pueda o quiera llevar, los días y las horas para hacer el traslado y organicen un itinerario para el día(s) escogido(s).

Me mudé...

Poca gente piensa en el "ya me mudé" mientras está ocupado con cajas, tirros, listas de cosas, recuerdos, polvo y objetos a embalar, pero es absolutamente necesario considerar los cambios de dirección para ciertos asuntos en los que resulta pertinente la posición geográfica.

1) Servicios domésticos. Hay que avisar a los servicios domésticos que se cambiará de propietario. Tanto en el antiguo domicilio como en el nuevo. Así, el recibo de luz, agua, gas y demás no llegará a nombre del antiguo propietario... o todos para una sola persona!

2) Servicios personalizados y entidades oficiales. Hay que informar a los bancos, el correo, la jefatura policial de la zona y otras instancias en las que haya que oficializar el cambio de residencia según el país en que se viva.

3) Afectos. Hay que informar a los amigos y familiares que uno quiera que lo visiten. Sí, tal como lo leyeron: que uno quiera que lo visiten. Una mudanza es también un buen momento para hacer una limpieza de la agenda telefónica y de las amistades que ya perdimos en el tiempo o la cotidianidad.

Nada mejor que una mudanza para acelerar procesos de cambios. Es un período altamente estresante, pero si hemos de cambiar y la vida nos señala esa dirección y nos rehusamos a hacerlo por otras vías, la vida también se ocupará de forzarnos a hacer los cambios de la forma más palpable y efectiva para nuestro estadio de evolución: el aspecto físico. Así que de poco sirve oponerse a los cambios benignos que implica una mudanza, es más conveniente abrazarlos y, como el bambú, dejarse inclinar por el viento y fluir con él.

Todo viento de cambio nos depara aventuras, descubrimientos, molestias y alegrías y, sobre todo, muchas pero muchas cosas positivas. A veces, como en mi caso, son inimaginables los efectos que tiene una mudanza. Bueno, claro, mi caso fue dramático porque fue una mudanza transoceánica, lingüistica, cultural y profesional...

...Pero no me arrepiento de nada, a pesar de lo que yo crea que me pudo costar.

¡¡Vivan las mudanzas!!

20 julio, 2006

Les voy a contar un cuento...

Hablaba con un amigo. Luego de preguntarle por su día, sus cosas y sus proyectos, tras confortarlo en la certeza de que no está solo en el mundo en lo que concierne a enderezar entuertos del trabajo (aunque no sea él el que los haya producido pero sí el único capaz de resolver lo malogrado), se me ocurrió preguntarle qué más le tenía para contarme.

-No mucho, brujita. Dijo.
-Cuéntame un cuento...

En Venezuela se "echa" un cuento cuando se narra a otros, con multitud de detalles y pompa pausada, un hecho que nos ocurre en la cotidianidad de nuestras pequeñas mortalidades. Así, para los venezolanos, "contar" y "echar" un cuento son cosas muy diferenciadas.
Como si hubiera analizado el concepto que le había presentado, mi amigo se quedó mudo algunos instantes.

-¿Que te cuente un cuento? Preguntó por fin.

-Sí.

- A ver...

-El Principito le pidió a un aviador que le dibujara un cordero que no pareciera enfermo ni triste... yo le estoy pidiendo al adulto que fue un niño con un guiñol, que me cuente un cuento... no ha de ser tan dificil, verdad?

-Jajajaja... qué linda! Dijo.

-Gracias...

Me sonrojé y bajé la mirada.
Pausa.

Pausa.
-Cuéntame un cuento, por favor...
Pausa.

-Jajajajajaja... jajajajaja... A ver...
Pausa.

-Érase una vez...
Pausa.

Pausa.
-Toda buena historia debe comenzar con un "érase una vez". Aunque, bien visto, esta historia podría tener un par, o incluso tres...
Pausa.

Pausa.
- ¿Por qué tres y no sólo un "érase una vez"? ¿Qué pasó con el cuento?
Pausa.
Larga pausa.
Paciente pausa.

Pausa.
- Érase una vez un cuentacuentos que...

- ...de tanto contar cuentos...
- ...aquí y allá...
- ... sintió que no tenía más nada que contar y que no tenía más cuentos.

Pausa.

-Me gustó tu relato. Te perdono la vida por esta vez hasta que termines tu relato.

Dije a mi amigo recordando la razón que mantuvo a todo un reino libre de la voraz furia de un rey que vivió un mil y una noches enamorado de los cuentos que una bella doncella tuvo la ingeniosidad de contarle.

-Jajajajaja... Gracias... A ver...
Pausa.

-El cuentacuentos se había convertido en un hombre callado y gruñón.
Pausa.

Larga pausa.

-Qué triste. Qué triste final...
Pausa.

-Sí, sus finales eran tristes. Y los niños lo encontraban y le halaban la camisa pidiéndole "señor cuentacuentos, cuéntanos un cuento, cuéntanos un cuento" y él, molesto, se los sacudía gruñéndoles.
Pausa.

-Oh! Aún más triste es eso...
Pausa.

Pausa.

Pausa.
-¿Por qué el cuentacuentos contó tantas historias? ¿Qué pasará con él? ¿Por qué te has detenido, cuentacuentos?
Pausa.

- Me he quedado sin ideas. (La niña de las preguntas me desconcertó y me quedé sin ideas para seguir la historia... jajajajaja...)

-Oh! Lo siento. Es culpa mía, es cierto. Prometo no decir nada y escuchar callada. Cuéntame un cuento...
Pausa.

Pausa.
-Érase una vez...

Pero de allí no pasó. El niño del guiñol ya adulto se había quedado sin ideas para contarle un cuento a la niña que habita en mi adultez. El cansancio, dijo él, le había vencido la imaginación.

¿Será que no es el cansancio sino la rigidez del pensamiento adulto lo que nos deja sin ideas para poner a volar la imaginación?

¿Nos pasa así a todos?

Sigo queriendo oir un cuento. ¿Alguien tiene alguno que quiera contarme? Y cuéntenme qué hacía ese niño fabuloso que narra un cuento para la niña soñadora, lectora, alegre, tranquila, curiosa y dulce que vive en mi contenida, responsable, invertida, dudosa y serena adultez.
Pausa.

Pausa.

Pausa.

- Gracias.

Silencio

19 julio, 2006

Hervé Joncour y yo

"Hervé Joncour entregó los huevos a los sericicultores de Lavilledieu. Después, durante días, no apareció por el pueblo, abandonando incluso el habitual, cotidiano paseo hasta el café. A comienzos de mayo, suscitando el estupor general, compró la casa abandonada de Jean Berbeck, aquél que un día había dejado de hablar y hasta la muerte no había hablado más. Todos pensaron que tenía en mente construir allí su nuevo laboratorio. Él ni siquiera empezó a limpiarla. Iba de vez en cuando y permanecía, solo, en esos cuartos, nadie sabía haciendo qué. Un día llevó a Baldabiou.

-¿Pero tú sabes por qué Jean Berbeck dejó de hablar?- le preguntó.

-Es una de las tantas cosas que no dijo nunca.

Habían pasado años, pero los cuadros todavía colgaban de las paredes y las ollas del secadero, al lado del fregadero. No era una casa alegre y Baldabiou, por él, se hubiera ido enseguida. Pero Hervé Joncour seguía mirando fascinado aquellas paredes enmohecidas y muertas. Era evidente: buscaba alguna cosa allá adentro.

-Tal vez la vida, a veces, te cambia de una forma que no hay más que decir.
Dijo.
-Nada más, para siempre.

Fragmento del libro Seda, por Alessandro Baricco.

Entiendo a Jean Berbeck. Y también a Hervé Joncour. Incluso, a Baldabiou.

Berbeck juró un día no hablar más y así lo hizo. El viejo, años después, murió. Como todo el mundo en Lavilledieu. Pero su muerte fue un tanto importante y tuvo resonancia en la memoria colectiva de Lavilledieu porque se llevó a la tumba la razón de su silencio.

Entiendo a Jean Berbeck: por alguna razón, la que sea, decidió hacer algo y no tuvo intención de que nada o nadie viniera a interrumpirle sus planes y mantuvo su palabra hasta el fin. Eso es, quizás, lo que, en mi visión, perturbó o sacudió más al pueblo: Berbeck fue fiel a su sentir y sus palabras.

Baldabiou respetó la decisión del viejo Berbeck. Pero se sintió que eso no era asunto suyo pues, tal parece, nunca se sintió tentado a saber el por qué Berbeck había guardado silencio desde cierto momento de su vida hasta su muerte.

Entiendo a Baldabiou: cada quien tiene la potestad de hacer con su vida lo que le plazca y yo tengo el deber de respetar sus decisiones. De hacerlo así, me aseguro de que, el día de hoy y mañana, la gente respetará mis decisiones también. Porque nadie sale a criticarle la vida a quien ha sido como son los Baldabiou del mundo.

Hervé Joncour, por su parte, veía el misterio de Berbeck como algo fascinante y, desde su perspectiva, trata de explicarlo: "Tal vez la vida, a veces, te cambia de una forma que no hay más que decir...Nada más, para siempre." Y le parecía tan fascinante como la casa misma de Berbeck por la misma razón que le atraían las ollas y las paredes mohosas: buscaba algo allí adentro que en su cotidianidad y sus costumbres ya no encontraba. Trataba de entender, quizás, cómo era que Berbeck había llegado a esa decisión.

Entiendo a Hervé Joncour: cuando la realidad se te hace incomprensible, has de seguir lo que tu interior te dice y tratar de buscar algo que te haga realmente felíz contigo mismo. De lo contrario, toda tu vida la puedes asistir, no vivir.

A veces la vida te cambia profundamente. Tanto, que hasta se te hacen absurdas algunas cosas. Así, entiendo a Jean Berbeck y a Baldabiou. Pero, sobre todo, entiendo a Hervé Joncour.

Y lo lamento por todos aquellos en Lavilledieu que esperan que les dé razones o que actúe según la opinión general. si soy com Baldabiou, espero que sean así mismo conmigo. y ando en la búsqueda que me develva mis intereses, en la casa de un hombre tan sólido como Jean Berbeck...

...yo misma.

12 julio, 2006

Voor jij, Janje... en mischien voor ik ook

De Fagot. In de Meulebekestraat. Het avond voor de performance van jullie nieuwe CD. S'avonds zijn altijd de zelde voor jij: presentaties, mensen, cigarreten, bieren, somige voeding, lachen met vrienden, lachen met familie, lachen, altijd lachen...

En jullie zijn voor jullie performance. En er zijn jullie met jullie muziek. En er was jij met jullie klein ogen en groote charm, Jan.

Waaron, Janje? Waaron alles was zo veel voor ons? Waarom van De Fagot heb ik niets meer dan een geluijke avond, somige lachen en niet meer? Waroom, van jij heb ik een praat in de café van Antwerpen (daar, waar "Police" was gedaan...), de lunchen met Tante Monique en nunkle Toon in jullie thuis, de match van badmington in jullie tuin... en niet meer? Waarom is alles zo veel, zo groote, zo vaar?

And why, my Janje, were you always so absent, so far, so ellusive and even cold when I needed you the most? When everything was so much for you and for me, just when I wanted to be close to all of you even thought our distance, why were you, my Janje, so far away?

Why, my Janje, were you like that if you knew that for J you were more than W, his brother? Why, my Janje, if you knew that for me you were like the brother I never had and the closest link to the family I ever had? Perhaps because you never knew that, in case of having a child, J and I would have called him like you, Jan...

And I won't judge you. I don't do it now, I didn't do it then, I think I won't find reasons to judge you in the future. I know you have your own reasons to be away, to issolate yourself , to remain absent and to elude me as much as possible. In the end, I was "the responsible" in the eyes of your family. It could have also been possible that I might have never been considered as a real part of the family...

... because, when that moment in the life of us all came, I was treated like if I never existed.

Even when I know that I have left more than a few photos and memories for you and your family.

Even when I know that De Fagot and your band, the first CD of your musical life and the badmington in the garden of your parents house will never be remembered by none of you without me.

Traducción:

De Fagot. En la Meulebekestraat. La noche de la presentación del nuevo CD de ustedes. Las noches son siempre lo mismo para ti: presentaciones, gente, cigarrillos, cervezas, algo de comida, risas con amigos, risas con la familia, risas, siempre risas...

Y ustedes están allí para su actuación. Allí están ustedes con su música. Y allí estás tú con tus pequeños ojos, Jan

Por qué, Janje? Por qué todo fue “mucho” para nosotros? Por qué de “de Fagot” no tengo sino una noche feliz, algunas risas y nada más? Por qué de ti tengo una charla en el café de Amberes (allí donde hicieron “Police”...), el almuerzo con la tía Monique y el tío Toon en la misma casa de tu infancia, el partido de badmington contigo en el jardín de la casa de tus padres... y nada más? Por qué todo es tanto, tan grande, tan lejano?

Y por qué, mi Janje, estuviste tan ausente, tan distante, tan evasivo y hasta frío cuando más te necesité? Por qué, cuando todo fue demasiado para ti y para mí, en el momento en que quise estar más cerca de todos ustedes a pesar de la distancia, estuviste, mi Janje, tan lejos?

Por qué mi Janje, fuiste así si tú sabías que para J tu eras más que W, su hermano? Por qué, mi Janje, si sabías que para mí eras como el hermano que no tuve y el vínculo más cercano a tu familia que nunca tuve? Quizás porque no sabías que, de tener un hijo, J y yo lo habríamos llamado Jan, como tú...

No te juzgaré. No lo hago ahora, no lo hice entonces, creo que no encontraré razones para juzgarte en el futuro. Sé que tienes tus propias razones para permanecer lejos, para aislarte, para seguir ausente y evadirme tanto como te sea posible. Al final, yo fui la “responsable” ante los ojos de tu familia. Podría ser, también, que yo nunca fuera considerada realmente como parte de la familia...

... porque, cuando vino ese momento en la vida de todos nosotros, fui tratada como si nunca hubiera existido.

Incluso cuando sé que he dejado más que algunas fotos y recuerdos para ti y tu familia.

Incluso cuando sé que “De Fagot”, el primer CD de tu carrera musical y el badminton en el jardín de tus padres nunca será recordado, por ninguno de ustedes, sin mí.

11 julio, 2006

Conversandito sobre G

A menudo los hijos se nos parecen,
así nos dan la primera satisfacción;
esos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.

Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien,
hay que domesticar.

Niño, deja ya de joder con la pelota.
Niño, que eso no se dice, que eso no se hace,
que eso no se toca.

Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos para dormir.

Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada y en cada canción.

Niño, deja ya de joder con la pelota...
Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos,
que se equivoquen,
que crezcan
y que un día nos digan adiós.

Esos locos bajitos. Joan Manuel Serrat

Hablaba, hace poco, con un amigo, JM. De todo un poco, ustedes saben. Y sí, también sobre su pequeño hijo, G. Le pregunté por él y me puso la fotito de sus 9 meses en la ventana del programita que usamos para conversar en tiempo real.

No llegué a conocer a G en vivo nunca porque yo estaba llegando cuando mi amigo, JM, estaba planeando irse para la tierra de donde son sus padres, Francia. Así que a G, lo conocí solamente en fotos, pero me sorprendí al leer lo que le dije a mi amigo tras ver a su rubicundo retoñito. He descubierto qué era lo que quería decir J cuando decía que "los niños venezolanos y los europeos son tan distintos que se les ve por encima"...

Laura: Niño con ojos que tienen vida...no como esos niñitos belgas! Tu buscas y en esos ojitos hay un pequeño ser que canta y bulle, allá adentro...

JM: No entiendo...

Laura: es un niño latino. Es un niño no europeo...Los niños franceses que ví son, a veces, tan parecidos a los belgas. Los españoles, a veces, quizás, también.

JM: En serio?

Laura: Los de acá, los de este pedazo del mundo, ven un mango y sacan de él comida y juego: se lo comen y con la semilla juegan futbol! Porque ahora con la fiebre del mundial...

JM: jajajajajaajajaja...

Laura: Y miran un palito y ven un bate gigante. Repiten hazañas que ven en los adultos que admiran y construyen los sueños que se inventan...Son niños con magia en los ojos, con luz en las manos, con alegría en los bucles del pelo... con manos de tierra y barrigas de sol...

JM: G tiene vida propia, es increible...

Laura: Niños con pies de agua para correr duro y escurrise si les vas a dar una pela...con besitos de amor sabio si estás triste y te quieren consolar

JM: Eso es verdad...

Laura: son pequeños chamanes...

JM: algo así...

Laura: Todo lo curan con cosas intangibles, con hierbitas mágicas, con sonrisas de luna y con cantos de esperanza. Son mágicos...

JM: Ya te pusiste poética... jajajajajaja

Laura: jajajajajajaja...

Y no sé ¿Será que, tras mucho haberme encerrado en mí, tras mucho querer alejarme de todo, por azares de la vida y para fortuna de la gente con la que trabajo he tenido que volver a conectarme con niños y ver, en esos 8 pares de ojitos todas las picardías, travesuras, arrepentimientos, fastidios, alegrías y esperanzas que, hasta hace no mucho, me dolía tanto ver porque los ojos de cualquier niño me recordaban los hijos que la vida y la desesperanza me arrebataron?...

Y no sé, algún día quizás, pueda recuperar el resto de los sueños. Por ahora, veo a los ojos de esos niños de mi tierra y sonrío viendo sus brillitos y sus confidencias. Y para eso, quizás, debieron llegar a mi vida esos 8 locos bajitos, a los que los padres les quieren dejar como legado para su impalpable, pero ciertamente prometedor porvenir, el francés que ellos hubieran querido poder hablar...

Te mando flores

Te mando flores que recojo en el camino
Yo te las mando entre mis sueños
Porque no puedo hablar contigo
Y te mando besos en mis canciones
Y por las noches cuando duermo
Se juntan nuestros corazones

Te vuelves a ir
Si de noche hay luna llena
Si siento frío en la mañana
Tu recuerdo me calienta
Y tu sonrisa cuando despiertas
Mi niña linda yo te juro
Que cada día te veo más cerca

Y entre mis sueños dormido
Trato yo de hablar contigo y sentirte cerca de mí
Quiero tenerte en mis brazos
Poder salir y abrazarte
Y nunca más dejarte ir

Quiero encontrarte en mis sueños
Que me levantes a besos
Ningún lugar está lejos para encontrarnos los dos
Déjame darte la manoPara tenerte a mi lado
Mi niña yo te prometo
Que seré siempre tu amor
No te vayas por favor

Te mando flores que recojo en el camino
Yo te las mando entre mis sueños
Porque no puedo hablar contigo
Y voy preparando diez mil palabras
Pa' convencerte que a mi lado
Todo será como soñamos

Y entre mis sueños dormido
Trato yo de hablar contigo y sentirte cerca de mí
Quiero tenerte en mis brazos
Poder salir y abrazarte
Y nunca más dejarte ir

Quiero encontrarte en mis sueños
Que me levantes a besos
Ningún lugar está lejos para encontrarnos los dos
Dejame darte la mano
Para tenerte a mi lado
Mi niña yo te prometo
Que seré siempre tu amor
No te vayas por favor

Te mando flores pa' que adornes tu casa
Que las más rojas estén siempre a la entrada
Cada mañana que no les falte agua
Bien tempranito levantate a regarlas
A cada una puedes ponerle un nombre
Para que atiendan siempre tu llamada
Rosita linda puede ser la más gorda
La margarita que se llame Mariana (bis 3)

Te mando flores. Fonseca.

Te mando flores que recojo en este camino mío... unas chiquitas, otras más grandes, unas boniticas, otras hermosas... todas muy tuyas porque las siento muy mías...

Me nace regalarte flores, porque la vida es hermosa con ellas... porque quiero que adornes tu casa, tu llegada, tu salida, tus sueños, tus desesperanzas y con ellas te sonrías, te confieses, te descubras y te confortes. Flores para que adornes tu casa, la única que ha de acompañarte a donde quiera que vayas: tu corazón...