T me escribe...
Ahora, luego de casi 8 años con el francés a mis espaldas, me reencuentro con la literatura francesa y belga de la mano de T, un muy querido amigo belga a quien conocí en mi primer viaje a Francia, a Nancy, allá por julio de 2001.
T, sensible y discreto de siempre, ha logrado mantener conmigo una amistad que se ha impuesto a los más de 8.000 Kms que nos separan. En sus conversaciones conmigo siempre se respira un aire de calma y la metáfora, las sinestesias y las imágenes nos abundan en la prosa. Es que tenía que ser así, no se podía esperar menos de un filólogo y una traductora que se juntan para conversar de lo más simple de la literatura.
T ha querido, a pesar de la distancia, hacerme un regalo hermoso. Tras enterarse de una forma un tanto sorpresiva de todo lo que me pasó en su Bélgica natal, T me mostró (o yo le mostré a él... o los dos mutuamente) que la amistad es, en efecto, una pequeña plantita que hay que cuidar para que retoñe y dé frutos. Así, él me ha enviado 3 lindos libros y una carta hermosa, de esas que ya no hay, de esas que sólo salen cuando el cariño es grande y el tiempo que hemos compartido juntos ha sido muy breve. Una carta para ilustrar lo más fielmente posible una cosa bellísima que nos ha pasado a ambos: la amistad.
Me perdonan que la copie en el idioma original. La traducción está más abajo. Espero sepan apreciar, como yo, su estilo de escribir y sus palabras cuidadas, su armonía pausada y su imaginería apastelada (en colores pastel) . Es que, me he dado cuenta, la carta de mi amigo T es, en sí, una pieza de esas que ya no hay más, de esas que parecen arrancadas de los baúles decimonónicos para el disfrute de los modernosos seres del siglo XXI que se llenan de sonrisas con las cosas románticas y los recuerdos. Es literatura que se mezcla con la cotidianidad y la sorpresa. Sabor a añejo y a deleite. Realismo e impresionismo. Gracias, T, por ser como eres!
Reproducción de la carta:
Chère Laura,
La correspondance par lettres ne vit pas ses meilleurs jours. Supplanté par sa rivale électronique, elle a pourtant des atouts que la rendent irremplaçable dans certains cas. C'est que les mots tracés à l'encre prennent corps, se font chair et os sur le papier et permettent ainsi un contact, et surtout un ton, que nul autre moyen de comunication obtiendrait.
Aujourd'hui donc une telle occasion se présente, qui devrait rendre possible un moment de plus grande ouverture entre nous. Il m'arrive souvent de songer à ce que tu m'as appris, et surtout à la façon dont je l'ai appris, presque par hasard, au gré du coup de tête que j'avais de passer outre la mention "absente" qu'arborait ton sigle dans la fenêtre de Messenger.
La chose m'a frappé, et peut à la limite servir de leçon: l'amitie est comme un jardin, qu''il faut entourrer de soins et d'attention pour qu'il devienne fleuri. Les considérations m'ont guidé dans le choix des livres que tu auras reçu en même temps que cette lettre. "Bruges-la-mort" mis à part, livre que je t'ai promis de longue date, tu devrais avoir sous tes yeux deux romans de Marie Gevers, plus connue sous le nom de la "Damme de Missenbourg". Missenbourg, c'est le résultat de la francisations -partielle- de "Mussenburg", proprement le "rampart des moineaux". Cette appellation aux accents poétiques convient à merveille pour désigner ce vaste jardin tout près de l'endroit où j'habite depuis la plus tendre enfance.
C'est mon espoir, que ces livres t'apporteront quelque chose de semblable à ce qu'ils m'ont apporté à moi: un regard nouveaux sur la terre d'ici, sur ses habitants, sur leurs coutumes, lesquels Gevers décrit avec bienveillance, mais sans naïveté. La romancière a pu cerner, avec bonheur, l'enracinement des hommes et des choses humaines dans l'eternel va-et-vient de la nature, telles les croissances et les décroissances del eaux scaldiennes.
Mais ce goût du temp cyclique n'a chez elle rien de déterministe: sous sa plume, la succession implacable des saisons se fait affirmation de la vie, ainsi que source d'espérance. Vivement que ses sentiments d'espoir et de renouveau puissent devenir nôtres!
Je dis bien "nôtres", même si nous nous trouvons si loin l'un de l'autre, et que j'ai tout la peine du siècle à me représenter ta vie à l'autre bout du monde. Je ne sais pas comment tu as vécu ton retour au Venezuela, après ce longséjour sous d'autres cieux: as-tu le sentiment de reprendre le fil de ta vie d'antan? Ou de faire table rase encore une fois?
Quoiqu'il en soit, sache que je pense beacoup à toi, et je tiens à répèter mon offre d'assistance: je te dois bien ça.
Vu les circonstances, nous ne sommes pas surs de nous revoir un jour. Ceci ne devrait cependant pas nous empêcher de garder le contact, si tant est que nous le voulions. C'est pourquoi je voudrais terminer en t'assurant de ma meilleure volonté, en plus de ma profonde affection,
T.....
Traducción:
Querida Laura,
La correspondencia por cartas no vive sus mejores días. Aunque desplazada por su rival electrónica, posee atributos que la hacen ireemplazable en ciertos casos. Se trata de eso de que las palabras tomen cuerpo, se vuelvasn carne y hueso sobre el papel y permitan así un contacto, y sobre todo un tono, que no se puede obtener con ningún otro medio de comunicación.
Es así como hoy se presenta una ocasión de estas. Ocasión que debería servir para crear un momento de mayor apertura entre nosotros. A menudo pienso en lo que me contaste y, sobre todo, en la forma por la que me enteré, casi por casualidad, a pesar del chasco que pude llevarme al no hacerle caso al mensaje de "ausente" que ostentaba tu ventana del Messenger.
La cosa me ha afectado y, de último, me sirvió de lección: la amistad es como un jardín al que hay que cuidar y atender para que florezca. Estas consideraciones me guiaron en la escogencia de estos libros que deberías haber recibido junto con esta carta. Exceptuando "Bruges-la-morte", libro que te había prometido hace mucho, ante tus ojos deberías tener dos novelas de Marie Gevers, más conocida como la "dama de Missenbourg". Missembourgh es el resultado del afrancesamiento parcial de "mussemberg" que, propiamente, quiere decir "prado de los gorriones". Esta demnominación de tintes poéticos, resulta perfecta para designar a este vasto jardín cerca del sitio en el que vivo desde mi más tierna infancia.
Espero que estos libros te aporten algo parecido a lo que me aportaron a mí: una mirada nueva sobre esta tierra(Bélgica), sus habitantes, sus costumbres que, Gevers describe con benevolencia pero sin inocencia. La novelista pudo enfocarse, felizmente, en el enraizamiento de los hombres y las cosas humanas en el eterno ir y venir de la naturaleza, tal como ocurre en las aguas que crecen y decrecen en la literatura de Skald.
Y digo bien "nuestros", incluso a pesar de hallarnos tan lejos el uno de la otra y a pesar también de que me cuesta lo indecible imaginarme tu vida en el otro lado del mundo. No sé cómo viviste tu regreso a Venezuela después de esta larga estadía bajo otros cielos: ¿tienes ganas de retomar tu vida de antaño? ¿O de hacer tabula rasa otra vez?
Sea lo que sea, quiero que sepas que pienso mucho en tí, que insisto en repetir mi oferta de asistencia: te debo eso.
En vista de las circunstancias, no podemos estar seguros de vernos algún día. Esto, sin embargo, no debería impedirnos mantener el contacto si así lo queremos. Por eso, quisiera terminar esta carta asegurándote mis mejores deseos y mi más profundo afecto,
T....
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Y luego me preguntan que si no me canso de sonreir. Cómo me voy a cansar de sonreir si tengo amigos tan lindos como T?
Et après on me démande si je ne suis pas fatigué d'autant sourire. Comment peux-je ne pas sourire si j'ai des amis comme T?