La palabra más bella del español
El 23 de abril se celebra el día del idioma. Es también día internacional del libro. Y es día del aniversario de la muerte de Cervantes. Menudo día. Por una se llega a la otra pero hay 3 efemérides ese día. Una minucia pues. Además de que es día de San Jorge, patrono de los caballeros... como el famoso hijodalgo de la Mancha que nos legara el inmortal Cervantes.
Claro, como mi vida ha dado un vuelco atroz en estos tiempos, me parece casi motivo de burla el haberme olvidado por completo del significado de la fecha. Me lo recordó un amigo mientras estaba hablando conmigo antes de entrar a un concierto memorable. "Feliz día!" me dijo "y yo le dije "día de?" Y bueno, por lo menos sabía que no era el de San Gerónimo, patrono de los traductores... "Del idioma..." me dijo mi amigo.
Bella cosa la del idioma. Tras ver cómo se hace de indispensable saber uno, el que sea, siempre que sea el que corresponde con el sitio en que se vive, valoro tanto pero tantísimo aquello de mi idiosincracia lingüística, que a veces creo que lo estoy idealizando. Amo los tres idiomas que hablo pero me recreo tan gozosamente en el único que puedo llamar lengua materna, que siento que soy una privilegiada por saber apreciar la grandeza de este "montruo" que tenemos por idioma. Y a la vez me parece que no sé casi nada de él.
Me encantan los colores y los sonidos de los otros dos idiomas que manejo, las palabras que no sostienen valores fijos o que no pueden traducirse (como el "soberbio" del español o el "époustouflant" del francés o el "quiksilver" del inglés... ) o los falsos amigos y jugarretas varias que nos regalan todos los idiomas al tratar de asimilarlos a otra lengua.Y me consigo ayer con que la prensa registra un hecho curioso: 3.364 electores, de entre 41.022 votantes intenaúticos, propusieron a "amor" como la palabra más hermosa del idioma español. Los electores propusieron más de 7 mil vocablos diferentes y argumentaron sus elecciones. Al final, resultó ganadora, con mayor número de votos, la palabra más compleja después de "sí" y "no".
Bella, es hermosa. Salió ganando por significado, no por sonoridad o color, no por melodiosidad (porque en esa se llevababa el primer premio "azahar", vocablo venido del árabe) ni exotismo... por significado.
Que cada quien lo ve como lo quiere ver. Al punto que una internauta, desde Santiago de Chile, dijo que era como la negación de la muerte por aquello de que "a-" es la negación de "mor", muerte. Y a ella le parece fabuloso lo mucho que dice esa palabrita que, según la electora, nos invita a vivir.
Vivir, vivir, vivir... qué oportuno para el significado final de lo que el amor es. Sin amor nos volvemos locos todos. ¿Quién no anhela por una sonrisa de otro ser que lo aprecia? Por no decir que a todos nos gusta sabernos apreciados, estimados y considerados por un ser al que también consideramos, apreciamos y estimamos. Y nos hemos inventado tipos de amor: filial, romántico, platónico, carnal, pasional, desenfrenado, enfermizo, culposo...
Unos más "sanos" que otros, todos los tipos de amor nos devuelven una verdad única: lo necesitamos, lo llevamos por dentro y aspiramos alcanzarlo. A veces son curiosos los modos en que se ama a otro o se busca el amor para sí, pero nadie se mueve sino persiguiendo amar y ser amado.
Amor, la palabra más hermosa del castellano. Encierra tantos significados como pequeña es... y es tan compleja de decir cuando no se la siente entera como fácil resulta de escribir en los cuadernos de inciación a la escritura de los niños de primaria y preescolar.
Amor, amor, amor... vida, vida, vida...
Claro, como mi vida ha dado un vuelco atroz en estos tiempos, me parece casi motivo de burla el haberme olvidado por completo del significado de la fecha. Me lo recordó un amigo mientras estaba hablando conmigo antes de entrar a un concierto memorable. "Feliz día!" me dijo "y yo le dije "día de?" Y bueno, por lo menos sabía que no era el de San Gerónimo, patrono de los traductores... "Del idioma..." me dijo mi amigo.
Bella cosa la del idioma. Tras ver cómo se hace de indispensable saber uno, el que sea, siempre que sea el que corresponde con el sitio en que se vive, valoro tanto pero tantísimo aquello de mi idiosincracia lingüística, que a veces creo que lo estoy idealizando. Amo los tres idiomas que hablo pero me recreo tan gozosamente en el único que puedo llamar lengua materna, que siento que soy una privilegiada por saber apreciar la grandeza de este "montruo" que tenemos por idioma. Y a la vez me parece que no sé casi nada de él.
Me encantan los colores y los sonidos de los otros dos idiomas que manejo, las palabras que no sostienen valores fijos o que no pueden traducirse (como el "soberbio" del español o el "époustouflant" del francés o el "quiksilver" del inglés... ) o los falsos amigos y jugarretas varias que nos regalan todos los idiomas al tratar de asimilarlos a otra lengua.Y me consigo ayer con que la prensa registra un hecho curioso: 3.364 electores, de entre 41.022 votantes intenaúticos, propusieron a "amor" como la palabra más hermosa del idioma español. Los electores propusieron más de 7 mil vocablos diferentes y argumentaron sus elecciones. Al final, resultó ganadora, con mayor número de votos, la palabra más compleja después de "sí" y "no".
Bella, es hermosa. Salió ganando por significado, no por sonoridad o color, no por melodiosidad (porque en esa se llevababa el primer premio "azahar", vocablo venido del árabe) ni exotismo... por significado.
Que cada quien lo ve como lo quiere ver. Al punto que una internauta, desde Santiago de Chile, dijo que era como la negación de la muerte por aquello de que "a-" es la negación de "mor", muerte. Y a ella le parece fabuloso lo mucho que dice esa palabrita que, según la electora, nos invita a vivir.
Vivir, vivir, vivir... qué oportuno para el significado final de lo que el amor es. Sin amor nos volvemos locos todos. ¿Quién no anhela por una sonrisa de otro ser que lo aprecia? Por no decir que a todos nos gusta sabernos apreciados, estimados y considerados por un ser al que también consideramos, apreciamos y estimamos. Y nos hemos inventado tipos de amor: filial, romántico, platónico, carnal, pasional, desenfrenado, enfermizo, culposo...
Unos más "sanos" que otros, todos los tipos de amor nos devuelven una verdad única: lo necesitamos, lo llevamos por dentro y aspiramos alcanzarlo. A veces son curiosos los modos en que se ama a otro o se busca el amor para sí, pero nadie se mueve sino persiguiendo amar y ser amado.
Amor, la palabra más hermosa del castellano. Encierra tantos significados como pequeña es... y es tan compleja de decir cuando no se la siente entera como fácil resulta de escribir en los cuadernos de inciación a la escritura de los niños de primaria y preescolar.
Amor, amor, amor... vida, vida, vida...
1 Comments:
En castellano «amor» tiene tantos significados porque empleamos una misma palabra para designar fenómenos diferentes.
El griego antiguo, por ejemplo, distingue entre los distintos sentidos del amor mejor que el español ya que usa para muchos de ellos una palabra diferente.
En cuanto a la palabra más bonita del castellano, no sé, me inclino por las que suenan fuerte, profundas, como tansmitiendo sentimiento, algo así como «palabra», «recuerdo», «remoto», «abrazo», «amor»...
Saludos :)
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