Qué piropo!
Hace unos días paseaba por la casa de una amiga que hablaba de los piropos. Decía ella que era algo reciente en su cotidianidad tras recuperar nuevamente la luz que perdiera en algún tumbo del camino. Yo soy de la que gusta en llamarlos "un masajito al ego" y creo que, de verdad, nada como un piropo (cumplido) para subirle la moral a una... especialmente si anda deprimida.
El tema de los piropos da para reflexionar. Hay chichos que opinan que las chicas deberíamos usarlos también... al fin y al cabo es un masajito al ego y siempre es bueno para reforzar la autoestima el saber que los demás te consideran un ser especial o bonito o único o lo que sea... uno se define a través de los ojos ajenos, dicen. En ese sentido, chicas, hay que sacarse los tapujos y decir de frente lo que pensamos! Y sí, me incluyo en el lote porque, aunque en general logro decir lo que opino de los chicos, a veces decir un piropo se me hace cuesta arriba porque hay muchos clichés de lo que debe o no hacer o decir una chica... Ya les avisaré cuando se me ocurra hacer que la conexión cabeza-lengua sea directa y no me autocensure los piropos a los chicos...
El objeto de toda esta perorata viene dada precisamente por eso, por el asunto "conexión cerebro-lengua". Soy de las que siempre saben qué decir. Hasta me dicen que soy una habladora muy elocuente. Pero esa sutil comunicación se me rompió hace unos días y me dejó pensando en que debí reaccionar de frente y atacar con la caballería y la arquería, como la emprendían conmigo en ese momento. Y al mismo tiempo, algo me dice que alguien más habló por mí y le dijo todo lo que mi lengua no articuló...
Lo de los piropos, como contaba a mi amiga en los comentarios de su post, no son lo que eran antes de irme de Vzla. Ahora me llueven. La gente me dice que estoy linda... y hasta en el metro me persiguen (como el otro día me persiguió por media transferencia de Capitolio un señor sobre la cincuentena, como me dijo luego, de origen italiano, que me quería llevar a tomar un café. Menos mal que iba a encontrarme con otra amiga...) Por fortuna la mayoría de las veces no pasa de piropos en las mesas de los cafés... o me tiran besos desde las tiendas...
Pero el otro día el piropo fue hasta con contemplación del espíritu... Estaba esperando a un amigo en un café y para pasar el tiempo me estaba leyendo un libro y de tanto en tanto me paraba en la lectura para ver al infinito a meditar en lo que había leído o a ver si se aparecía el amigo mío que estaba retrasado. Me da por pensar que le parecí exótica o distante o intrigante a un muchacho en otra mesa. Estaban 3 muchachos en esa mesa. Uno de ellos se paró, se acercó y me preguntó que si podía sentarse en la silla que estaba vacía frente a mí. Le dije que estaba esperando a alguien y me sonreí... Al chico le dió por suspirar ("un suspiro?!" decía yo... "y qué le pasó ahora?") y decir "no, disculpa, no quería perturbar tu lectura ni invadirle el derecho a compartir un café contigo a ese ser que goza de la dicha de poder conocerte (Oooh... qué poético!!). Sólo quería saber un poco más de tí y de tu belleza elegante (lindo adjetivo, no?)... de lo que se necesita para ser leído por esos ojos tuyos como lees ese libro..."
Me quedé anonadada y perdí en ese preciso instante la conexión cabeza-lengua... Armándome de valor, tras ver sus oscuros ojitos brillantes y su sonrisa de comercial de café, alcancé a construir una frase que sonaba a cosa natural y coordinada: "Y cómo leo el libro, se puede saber?" Y me ha soltado el niño con la naturalidad que le desbordaba por los poros: "con intensidad y atención"...
Tic, tic, tic... no lograba hacer conexión, me quedé viendo fijamente al muchacho de ojos oscuros, y de mirada calma, de cejas prolijas que me sonreía con calma y satisfacción, como si se intuyera lo que me pasaba en el interior. Para mis adentros rezaba una especie de mantra de invocación para conjurar a mi amigo, el que yo sentía me había dejado abandonada a merced de... quién? Empecé a culparme por ser bonita, sino, no me pasarían esas cosas, esos bochornos de no saber qué decir. Pero al mismo tiempo agradecía inmensamente la sinceridad y el arrebato de desenfado que hicieron a ese chico atreverse y acercarse a hablarme.... que incongruencia!!
Lo único que atiné a decirle al arrebatado piropeador fue "Ah! Bueno... es que cada libro tiene una forma de leerse diferente. Depende de lo que me diga me concentro y sigo leyendo..." como si le hubiera rociado gasolina a un incendio forestal, el chico arremetió con un "ah, bueno, si fuera libro, creo que sería uno de los que te interesa porque ya logré que tus ojos se clavaran hondamente en mí, que tu cabecita se preguntara quién es ese osado que se atreve a acercarte así a tí... y a hacerte decir algo de tu mundo privado... y fue todo un placer oirte...."
Y yo muda, casi temblando... ("qué riñones los míos, qué dije, diablos! Dónde estará M que no llega?!!! Y ahora qué va a hacer este ser?..."). El prosiguió "Es que se respira una paz tan grande contigo... me encantaría poder sentirme siempre tan en paz como en este momento contigo... Aquí te dejo mi tarjeta por si quieres llamarme, no pido tu teléfono porque prefiero no presionarte.. a una dama no se la presiona, se la deja decidir..."
Se sonrió por última vez antes de volver a poner la silla que tomara de mi mesa por el respaldo, la vez que intentara sentarse, la misma que no llegó a usar y de la que se sostuvo, suavemente, durante todo nuestro intercambio. Se dió media vuelta y se volvió a sentar con sus amigos que no me miraban ya, sino que se sonreían con él, como si nada. Al rato partieron todos y luego llegó mi amigo. Ya yo había recuperado mi lengua, mi conexión con el cerebro y mi respiración... y me llenaba la cabeza la certeza de que él oyó de mis labios, sin proferir palabra alguna, algo que lo hizo abirse tan ampliamente... o quizás era un timador donjuanesco que me qrrobó por un momento? Es difícil saber qué intenciones tenía con semejante embestida verbal. Pero en el fondo, sus palabras se veían sinceras en esos ojos de oscuro brillo y sonrisa franca.
No, la tarjetica la guardé y no la he usado. Resuena el apellido, es bonito. El nombre es casi normal. Y la profesión debería ser "piropeador arrebatado y Casanova comprometido".
Cosas que pasan con los piropos...
El tema de los piropos da para reflexionar. Hay chichos que opinan que las chicas deberíamos usarlos también... al fin y al cabo es un masajito al ego y siempre es bueno para reforzar la autoestima el saber que los demás te consideran un ser especial o bonito o único o lo que sea... uno se define a través de los ojos ajenos, dicen. En ese sentido, chicas, hay que sacarse los tapujos y decir de frente lo que pensamos! Y sí, me incluyo en el lote porque, aunque en general logro decir lo que opino de los chicos, a veces decir un piropo se me hace cuesta arriba porque hay muchos clichés de lo que debe o no hacer o decir una chica... Ya les avisaré cuando se me ocurra hacer que la conexión cabeza-lengua sea directa y no me autocensure los piropos a los chicos...
El objeto de toda esta perorata viene dada precisamente por eso, por el asunto "conexión cerebro-lengua". Soy de las que siempre saben qué decir. Hasta me dicen que soy una habladora muy elocuente. Pero esa sutil comunicación se me rompió hace unos días y me dejó pensando en que debí reaccionar de frente y atacar con la caballería y la arquería, como la emprendían conmigo en ese momento. Y al mismo tiempo, algo me dice que alguien más habló por mí y le dijo todo lo que mi lengua no articuló...
Lo de los piropos, como contaba a mi amiga en los comentarios de su post, no son lo que eran antes de irme de Vzla. Ahora me llueven. La gente me dice que estoy linda... y hasta en el metro me persiguen (como el otro día me persiguió por media transferencia de Capitolio un señor sobre la cincuentena, como me dijo luego, de origen italiano, que me quería llevar a tomar un café. Menos mal que iba a encontrarme con otra amiga...) Por fortuna la mayoría de las veces no pasa de piropos en las mesas de los cafés... o me tiran besos desde las tiendas...
Pero el otro día el piropo fue hasta con contemplación del espíritu... Estaba esperando a un amigo en un café y para pasar el tiempo me estaba leyendo un libro y de tanto en tanto me paraba en la lectura para ver al infinito a meditar en lo que había leído o a ver si se aparecía el amigo mío que estaba retrasado. Me da por pensar que le parecí exótica o distante o intrigante a un muchacho en otra mesa. Estaban 3 muchachos en esa mesa. Uno de ellos se paró, se acercó y me preguntó que si podía sentarse en la silla que estaba vacía frente a mí. Le dije que estaba esperando a alguien y me sonreí... Al chico le dió por suspirar ("un suspiro?!" decía yo... "y qué le pasó ahora?") y decir "no, disculpa, no quería perturbar tu lectura ni invadirle el derecho a compartir un café contigo a ese ser que goza de la dicha de poder conocerte (Oooh... qué poético!!). Sólo quería saber un poco más de tí y de tu belleza elegante (lindo adjetivo, no?)... de lo que se necesita para ser leído por esos ojos tuyos como lees ese libro..."
Me quedé anonadada y perdí en ese preciso instante la conexión cabeza-lengua... Armándome de valor, tras ver sus oscuros ojitos brillantes y su sonrisa de comercial de café, alcancé a construir una frase que sonaba a cosa natural y coordinada: "Y cómo leo el libro, se puede saber?" Y me ha soltado el niño con la naturalidad que le desbordaba por los poros: "con intensidad y atención"...
Tic, tic, tic... no lograba hacer conexión, me quedé viendo fijamente al muchacho de ojos oscuros, y de mirada calma, de cejas prolijas que me sonreía con calma y satisfacción, como si se intuyera lo que me pasaba en el interior. Para mis adentros rezaba una especie de mantra de invocación para conjurar a mi amigo, el que yo sentía me había dejado abandonada a merced de... quién? Empecé a culparme por ser bonita, sino, no me pasarían esas cosas, esos bochornos de no saber qué decir. Pero al mismo tiempo agradecía inmensamente la sinceridad y el arrebato de desenfado que hicieron a ese chico atreverse y acercarse a hablarme.... que incongruencia!!
Lo único que atiné a decirle al arrebatado piropeador fue "Ah! Bueno... es que cada libro tiene una forma de leerse diferente. Depende de lo que me diga me concentro y sigo leyendo..." como si le hubiera rociado gasolina a un incendio forestal, el chico arremetió con un "ah, bueno, si fuera libro, creo que sería uno de los que te interesa porque ya logré que tus ojos se clavaran hondamente en mí, que tu cabecita se preguntara quién es ese osado que se atreve a acercarte así a tí... y a hacerte decir algo de tu mundo privado... y fue todo un placer oirte...."
Y yo muda, casi temblando... ("qué riñones los míos, qué dije, diablos! Dónde estará M que no llega?!!! Y ahora qué va a hacer este ser?..."). El prosiguió "Es que se respira una paz tan grande contigo... me encantaría poder sentirme siempre tan en paz como en este momento contigo... Aquí te dejo mi tarjeta por si quieres llamarme, no pido tu teléfono porque prefiero no presionarte.. a una dama no se la presiona, se la deja decidir..."
Se sonrió por última vez antes de volver a poner la silla que tomara de mi mesa por el respaldo, la vez que intentara sentarse, la misma que no llegó a usar y de la que se sostuvo, suavemente, durante todo nuestro intercambio. Se dió media vuelta y se volvió a sentar con sus amigos que no me miraban ya, sino que se sonreían con él, como si nada. Al rato partieron todos y luego llegó mi amigo. Ya yo había recuperado mi lengua, mi conexión con el cerebro y mi respiración... y me llenaba la cabeza la certeza de que él oyó de mis labios, sin proferir palabra alguna, algo que lo hizo abirse tan ampliamente... o quizás era un timador donjuanesco que me qrrobó por un momento? Es difícil saber qué intenciones tenía con semejante embestida verbal. Pero en el fondo, sus palabras se veían sinceras en esos ojos de oscuro brillo y sonrisa franca.
No, la tarjetica la guardé y no la he usado. Resuena el apellido, es bonito. El nombre es casi normal. Y la profesión debería ser "piropeador arrebatado y Casanova comprometido".
Cosas que pasan con los piropos...
5 Comments:
jajaja, caramba esos si que son piropos.
Que bueno es estar vivo!
cónchale vale pero ni siquiera una sonrisita??? te salvaste que no me esparabas a mi, porque te lo presento y todo. jajajajajajaaj Mugre que se respeta no deja que un galán poeta se le escape a su uña. HE DICHO.
Entre temblores y sonrisitas...
Rodolfo: Chamo! Por favor! No te digo yo? Caramba que sí qe fue un piropo... Me quedé temblando y eso que yo, introvertida, lo que se dice tímida, no soy... Hay que ver en qué predicamentos la meten a una la cosa que menos controla de su naturaleza: el físico. EL piorpo del año... y la década, por lo menos para mí! jajajaja...
Dinobat: Tu comentario me trae tantos sentimientos al corazón... tengo qe hacerte carta de esto... Pero sí que es bueno estar vivo, a veces pienso que sobrevaloramos la vida y en otras la muerte... tema que nos da para hablar de lo que no podmos abarcar... te debo correo...Un abrazo gigante mi sentido filósofo-científico venido de allende la galaxia!
Phases Moon: Y quién dijo que no sonreí? jajajaja... Lo que pasa es que es como mis narraciones: poca descripción, apenas como para ubicar al lector. A tí te creo capaz de pegarle un abrazo cual amigo que no ves hace tieeeempo y después, cuando se vaya, soltarme una de "verdad que Fulano es lindo?" Y tras oir mi comentario, decirme "Y hasta buena gente parece"... como para tumbarme de un sólo golpe la mandíbula! juajajuajajuajajuajajuajajuaja... Poechiiiitaaaaaaa!! No, vale, pero sí te creo capaz de alguna loquera! jajajajaja...
Un abrazo gigante, mi mugre repetable...
Hermanita putativa.
Creo que me leí un poco tarde esta historia, pero me parece una de las cosas más hermosas que te han dicho. La semana pasada también me dijeron el más hermoso de los piropos. Alguien me dijo, vale la pena vivir para verla a usted sonreir y después uno se puede morir tranquilo... y al rato le dije... sos un sol... y dijo y vos una luna... llena... iluminadora de mis penas... dije yo, la luna no tiene luz propia... y él ... pero vos sí... sólo supe decir gracias... Entiendo perfectamente que a uno a veces se le lengua la traba...jejeje
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