11 abril, 2006

De cine y amores...

"Quieres ir a ver una película del ciclo de cine francés?"

Con esa pregunta me salieron ayer a las 4:30 de la tarde. Estaba yo en conversa paralela con una buena amiga a la que el corazón le ha dado unos brinquitos de espasmo y la vida se le ha trastocado en algo maravilloso últimamente, a pesar de que ella vea todos los alrededores y no el inmenso regalo que le acaban de hacer... Es que ella está en la primavera, es toda primavera y la vida le ordena florecer pronto porque el tiempo se acaba. Y es lindo verla y ver que lo hace tan bien a pesar de saber que ella se desespera y no se puede calmar... Me regocijo en lo lindo que le pasa y me ordeno respirar profundo y dejarla aprender lo que deba aprender de sus angustias, teniendo en claro que puedo ayudarla a entender, darle luces, agarrarle la mano y ponerla a mirar en la perspectiva correcta... pero no puedo enseñarle lo que yo aprendí porque le toca a ella vivirlo.

Bonita cosa! Quiero ir al cine francés y quiero hablar con ella. A veces nos ponen a elegir entre dos cosas que queremos mucho! Vale... espero un ratico "si a las 5:10 no te he avisado, vete que no puedo ir". La respuesta? "En todo caso, yo saldría como a las 6 y pico para llegarle a la función a las 7 pm".

Esas cosas de la desfachatada manera de ver el tiempo que tenemos por acá... esos "y pico" que nos dejan tan ambiguos como a cualquier extranjero que los oiga. A lo más que hemos llegado, para darles precisión, es "bueno, tu sabes como son eso "y pico" de Fulano... " Y sí, cada quien tiene su "normalidad para los picos"...

Tic tac... 5:30 pm. Del otro lado me dicen "Y entonces? Vas?" Hablo con mi amiga y le cuento del asunto del cine. Me dice que vaya que no sea tonta. A veces es mejor avisar que suspender cuentos y confidencias, no? Me alisto y salgo. 6:45 pm y no veo dónde anda. Paso mensajito por el celular y llega a los 5 minutos.

Vamos al cine a ver "Sólo contra el mundo" de Noe. Comentarios finales? "Se le pueden hacer dobles y triples lecturas... uno al final se siente revulso, luego contenido y finalmente sacudido... sale uno preguntándose si el tipo no tendrá, de verdad, un poco de razón en medio de su torcida visión. No te parece?" Coincidencias que se expresan con silencios y nuevos comentarios sobre escenas en particular, el montaje, los agradecimientos...

"Vamos a comer y tomar algo?" Y dale! Que nos vamos... Llegamos a donde se acordó que íbamos. Repleto! Parecía invadido por fanáticos celebrando una victoria beisbolística o futbolística. Un cumpleaños... con razón había tanta gente gritando alborotada!

En eso se los ve entrar. Un chico y una chica. Contrastantes y parecidos, como son a veces las cosas en esta vida. El tenía porte de bohemio literato, pero con un toque de gitano: tez morena con bigote y barba, ojos oscuros como el cabello y absoluto dominio de la escena y el lugar. Ella parecía más bien una efigie romana de esas de los templos, saben? Blanca, ojos oscuros y cabello larguísimo, de porte altivo y distante pero con un algo que la hacia ver accesible y hasta simpática... así como son las imágenes religiosas: como uno pero no como uno... y ciertamente ella estaba en confianza cerca de él, no parecía conocer a nadie del lugar. Se sentaron donde encontraron: en un banquito para los dos. Se reían del ambiente festivo? Volteaban para todos lados y se sonreían. Quizás, digo yo, sería por el ambiente festivo del lugar.

Seguí en mi conversa, con tema variopinto: la película, lingüística, mi preferencia por anillos y no pulseras, Barcelona, el mundo europeo, la debacle social en el mundo, camino de inicio, punto de integración y camino de retorno, lenguaje corporal...

En eso volteo a verlos. El ambiente se había calmado un poco en el restaurante. Muchos se habían ido. La mayoría seguía cerca de la barra. Voltée a ver cómo él le ponía la mano en el hombro a ella. Sonreían... seguían hablando. Ella le tocaba la mano con la que él le cogía el hombro, como accidentalmente. Me acordé de Dolina:
Ella: En qué pensás?
El: En nada!
Ella: Vos nunca pensás en nada!

Así parecían decirse este par. Hablaban y reían. Yo no los oía porque estaba muy lejos de todo, del todo. Si, ese todo que los rodeaba en un contraste tan abierto con la actitud de ellos.Era un grupo que estaba pendiente de sacarse fotos con la cumpleañera y a gritos se reían, se pasaban las cámaras, se comentaban las poses: "chamo, saliste dormido... hay que repetirla...".

Ellos parecían ajenos a todo y del todo. No les importaba qué pasara alrededor. Ellos, como diría Dolina, "jugaban al cíclope"... los ojos de uno miraba al otro tan fijamente que se perdía la noción de la fuerza centrípeta y su complemento, la centrífuga... y se iban acercando como si de imanes se tratara. Algo de inevitable había en todo aquello. Sin fatalismo irreductible, sólo que era inevitable ver que un iman positivo atrajera a uno negativo...

Y ocurrió. Sin palabras se dijeron tantas cosas que se le dibujó a ella una sonrisa. A él casi no podía verlo, estaba en un ángulo muy entorpecedor para evaluar en su totalidad semejante espectáculo de gladiadores en una lucha desigual: ver quién cedía primero. Se les veía forcejeando sin poner un gramo de músculo y una totalidad de empeño y miradas. Al final, no sé quién perdió. Sólo sé que cedieron y se dieron un beso.

Fue un beso de esos que no ocurren cuando alguno de los participantes carece de experiencia. No fue un beso de esos que ocurren por azar, de esos que llaman "robados". Noooo... fue un beso de esos que empiezan antes de que los labios se junten. Mucho antes de que el juego se haga visible para la audiencia.

Y cada vez que volteaba hacia donde ellos estaban, los veía besándose. A decir verdad, creo que ellos creaban una especia de atmósfera que hacía que todo el mundo volteara a verlos. Era pura luz la que salía de las manos de él que, acariciándole la nariz y la mejilla a ella, conseguía hacer un bucle de ternura. Ella, a su vez, formaba un lazo de hermosura en la mirada descubierta de él, pues ella le había quitado los lentes que él portara.

Desgraciadamente, no me encontraba yo en la posición privilegiada que tenía una niña linda, de cara pulcra y sonrisa perfecta, que gritó a sus amigos, dándoles la espalda a ellos:"esta pareja me gusta".

Volteó a verlos. Los tórtolos voltearon a verla y se rieron los tres. Alcancé a oir, en medio del jolgorio, que ella le decía a la chica linda "Y eso por qué lo dices?" La chica sonreía y les confiaba el secreto de su opinión. Al final se la oyó decir "... o sea, es como si no hubiera esa pena de qué dirán sino que se viven su cosa muy tranquilos..."

Y sí, ella tenía razón... todos habíamos desaparecido para ellos... hacía rato. Quizás fuera por eso que todo el mundo los veía y los comentaba...

Terminaron por irse luego de que decidieran cerrar los dueños. Nos pidieron cancelar y a ellos también. Salió ella y detrás él. Uno de mis amigos se volteó a vernos alternativamente a los que lo acompañábamos y decía "se ven lindos, no?"

Y se los veía calle abajo, abrazados un rato, riendo y hablando, viéndose a los ojos, contrastantes y parecidos, como son a veces las cosas en esta vida...

2 Comments:

Blogger Ángel Pereira Dijo...

¡JajAJAjajAJª! todavía sigues manteniendo ese brillo en la escritura, ¿cuándo sacas tu libro?

8:42 p. m.  
Anonymous Anónimo Dijo...

linda historia me gustaria vivir una como esa.

7:55 p. m.  

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