16 febrero, 2006

Amor de un mago y una niña...

Duerme. En sueños va hacia ella y, sin temor, a su lecho se acerca. Como otras veces, ella lo ve en sus sueños y siente su respiración queda, sus ojos brillantes, sus labios de deseo y sus manos de calma ansiosa.

El la ve. Ella sigue rendida a los brazos de Morfeo. Decidido a disputarle su presencia, se sienta en el lecho de ella y toma una de sus manos, suaves como la seda.

Derramándose por la cama, un río de marfil se dibuja con forma de niña que en calma duerme y que en su perfecta desnudez se refugia y se sabe segura. Así, desnuda y serena, deja que su mago lentamente la posea. Yace ella con sus ojos cerrados, su pulso calmado y sus labios de fresa en los brazos de un Morfeo que despierta los celos y envidias del amante mago.

Lentamente comienza a acercarse, a perderse, a entregarse a un río de seda que lo baña en miel, al tiempo que él, con amor y ternura, la acuna.

Cerca y lejos, inmenso y perfecto. La niña y el mago se entregan al juego eterno de luces y sombras, claros de luna, calma y locura. La danza del amor, profundo, completo… aquella que con cantos y rituales sella corazones y hace a los amantes inmortales.

Y bailan. Bajo la vista del celoso Morfeo, el mago y la niña se cubren de polvo de perlas y su luz se hace más húmeda y más intensa. Giran. Y buscan la curvatura idónea para que lo convexo se una a lo cóncavo. Cantan. Y sus voces se funden en una mientras sus pieles se pierden bajo el amparo de la luna. Y aman…

Iluminados por la durmiente luna y el tempranero sol, despertaron hechos un río de marfil y seda, ambrosía, leche y miel. Era lo suyo una celebración y un luto. Acababan de enterrar las ansiedades con el más perfecto de los rituales. Acababan de enterrar sus respectivas individualidades con la más hermosa unidad.

Sabiéndose perdedor, Morfeo los dejó descansar. En brazos de un mago se había dormido una niña de luz perpetua y con dos brillantes luceros por mirada.

Y de los ojos verde-miel del mago brotaron dos lágrimas que, cual mudos testigos de la ternura que él le profesaba, fueron a anidarse en el pecho izquierdo de su amada.

Entonces sus aliento se llenó de fuerzas y sus ojos se desperezaron. Se encontró cubierta de un manto de amor y perlas: En su cintura iban atadas las manos de su mago enamorado, en su piel se desperdigaban los besos que él había derramado. Al volverse para ver su rostro, descubrió la niña la senda de luz que en el cuerpo de su mago había dibujado.

Y una sonrisa de ella detuvo el manantial de estrellas que él vertía. Con sus manitas pequeñas dibujó su rostro en albores y la luna, avergonzada, dejó paso al sol.

En ese amanecer, sus cuerpos se abrazaron, en silencio se miraron y con deleite respiraron el aroma de sus sueños de ternura y lujuria.

Con el primer trinar de las aves, la niña se despertó y completamente sola se halló. Confundida y triste lloraba y de su garganta un grito surgió. Su mago la oyó.

A lo lejos, él la miraba. En su corazón la ternura se derramaba y entendió que la pasión era su mejor aliada. Desgarrado de dolor por verla llorar, comprendió que en sus sueños había surgido la noche de amor más hermosa. Con el alba, tristemente, se le revelaba que todo no era más que un sueño.

Un sueño de amor y miel, de leche y ambrosía entre un mago y una niña.

7 Comments:

Blogger Phases Moon Dijo...

y entonces no me queda más que suspirar...

4:38 p. m.  
Blogger Cara Carmina Dijo...

uuuuuuuy Laurita mujercita!!!!

quien fuera esa nina.... alguien me dio una cancion de Jose Merce... Al Alba se llama... puedes oir un pedacito aqui:

http://www.esflamenco.com/product/en91382116.html

Y dice "presiento que tras la noche, vendra la noche mas larga... quiero que no me abandone hay amor mio al alba!!!!!!"

La nina y el mago..... junto al alba, despues de esa danza.... que triste mirada.... mejor que anochezca otra vez...

luego te mando la cancion completa...

vuelo Laura...

8:02 p. m.  
Blogger Laura Dijo...

De una niña sin su mago...

Phases Moon: suspira... a ver si con el aliento tuyo y el de la niña el mago detecta el camino para poder alcanzarla... esperemos que de verdad!

Pajara Pinta: Mi mujercita... te digo algo? Es que no necesariamente cada noche él sueña con ella ni ella se deja sacar de los brazos de Morfeo... y mientras tanto, ambos siguen soñando que se encuentran...

Mi pc ahorita tiene problemas de audio y otras pequeñeces. Prometo corregirlas pronto y la oiré!

De la niña... existe! Te contaré su historia y hablaremos de ella... es que me tocó el alma el asunto!!
Un besote y seguimos en contacto!!

12:04 a. m.  
Blogger Depeco Dijo...

Lloro con tu niña, la acompaño en su tristeza

Por qué?

Soy también una niña que sueña con su mago, pero nunca lo ha visto... tengo que dormir más

;-)

6:57 p. m.  
Blogger Laura Dijo...

Depeco: Y quizás sólo debas dejarte llevar por tus sueños y viajar... tal como el mago hizo para entrar en el cuarto de la niña...

Sólo no dejes de soñar. Nunca. Tu mago seguramente sueña contigo y, quizás pronto, se consigan en sueños. Ya lo verás. ;)

Un abrazote!

10:25 p. m.  
Anonymous Anónimo Dijo...

¿Han pensado en el mago?
El que cada noche mueve su energia para encontrarse con ella, desapareciendo del mundo real para sumirse en sueños de magia.
El que sacrifica su integridad, que sabiendo que vera pasar muchos humanos en su vida, vera miles de ojos y despues de un tiempo casi insoportable logara divisar los de su amada.
EL que ama solo a esa mujer, que hara lo imposible para llegar a su lado, que caminara por lugares indecifrables, que rodeara montañas, oceanos, todo por ella.
El que solo sabe una cosa, que con toda su magia solo entiende algo. Que la ama.
Es dificil el camino de un mago, pero vale la pena por todo ese amor.

1:02 p. m.  
Anonymous Anónimo Dijo...

No sé por qué, pero me recuerdas mucho de las palabras de mi mago, de las muchas veces que sobrevolamos montañas y océanos para, en continentes distintos, con husos horarios diferentes, unirnos.

Tus palabras me recuerdan a mi mago, el mismo que alcanzó a verme una noche, sentada en la sala de su casa, vestida de luna, sonreída como el alba... mientras él sólo buscaba el interruptor de la luz para ver por dónde caminar sin tropezar nada y recostar su cabeza en mi regazo.

Con la luz, me fui yo y el que lloró fue él. Y su llanto me dolió. Pero sé, porque me lo dijo, que la espera de ese encuentro había valido la pena. Su alma y la mía, luego lo supimos, habían compartido muchas otras vidas... Y me duele tanto haberlo perdido otra vez.

En otra vida será...

Un abrazo enorme, quien quiera que seas, por haberte detenido a leer con el alma lo que traté de pintar con palabras.

7:12 a. m.  

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