03 mayo, 2006

Como no te puedo llamar, te escribo

Yo lo sé, tú me lo dijiste...

Yo lo sé, hasta me sonreíste cuando me lo dijiste. Se te veía un halo de luz y una calma perfecta en la mirada. Esos, tus ojos azules, me sonrieron llenos de luz.

Yo lo sé, tu sonrisa me dijo lo que tus labios no llegaron a decir. Y lo que tu serenas palabras me dijeron fue ensalzado por la serena expresión de tu rostro.Yo lo sé, amor, yo lo sé... pero hay gente que no lo entiende!

A mí me culpan, ahora, de que te fuiste. Sí, a mí. Yo sé que tú no me culpas de nada. Y sé que nunca dejaste de amarme. Sé que siempre me diste lo mejor que podías, sabías o sentías darme. Y sé que tú sabes que nunca dejé de amarte, ni aún en la distancia...

Quizás, por amar como amé siempre, por ser la que siempre fui contigo, también me extendí en cariño a seres que no lo merecían. Quizás, no lo sé, creyeron que mi amor por ti obnubilaría mi razón y me anularía la determinación. Quizás, no lo sé muy bien -me duele comprobar que así parece ser- yo nunca les importé tanto como ellos decían. Quizás, al final, sólo me aceptaron porque tú me amabas con todo lo que sentías, podías y sabías darme.

Unir pasado con presente no siempre es adecuado porque, al fin y al cabo, el pasado nos hizo llegar a este presente, y hemos de hacer con el presente lo que podamos para sacarle el mayor beneficio.

Inmensos se me han hecho estos 4 meses desde que me dijeras adiós, pensando en qué he de hacer con lo que se creó alrededor de nosotros. Tengo el resto de mi vida sin planificar. Vivo de a raticos, de “hoy” en “hoy”, de promesas renovadas cada día porque es lo más lógico, es lo más natural, es lo que es: no tenemos sino el presente porque el pasado ya fue y el futuro es un sistema de probabilidades.

Y así, se vive, probando a ver si en este partido con la vida uno gana, pierde o queda tablas. Más adelantico nos cae nuevamente un punto en el que hay que decidir y lo volvemos a lanzar todo a suertes y vemos que nos sale, por probabilidades... y si lo aprovechamos o no.

Acaso sea esa la lección más importante que me has dejado en el inmediato. Sé que muchas más me toca descubrir. Como la de no tenerle miedo a sentir. Como la de abrazar siempre a la verdad. Como la de espantarme frente a la apatía en la que me sigo revolcando a veces. Como la de no perder la fe en el mundo y seguir amando siempre... porque la gente no actúa por mal, sino por no saber cómo actuar bien...

¿Será?

Y entonces, dime, ¿qué he de hacer con esa gente que me acusa de tu partida y que de paso esgrime esa razón para continuar con sus pensamientos egoístas y sus avaricias personales? ¿Estaré siendo egoísta yo también al seguir mano a mano la discusión? O, ¿será que me toca vivirlo todo, palmo a palmo, para aprender cosas que me fragüen y me hagan más fuerte? ¿Por qué no se me da la respuesta? ¿Por qué todo se agolpa en mi mente y todo se confunde en mi corazón?

Algo en mi interior me dice que he de seguir porque tanto ellos como yo hemos de aprender de esto. Algo me dice que siga y no me retire sin pelear porque sus razones sensibleras para continuar con sus egoísmos y sus avaricias son las mismas que yo debo corregir o subsanar en mí. Algo me dice que nos toca vivirlo todo porque no podemos evadir los aprendizajes que nos harán crecer en entendimiento.

Lo que pasa es que me dolió mucho confirmar lo que la gente me decía y yo no terminaba de creerme. No dudaba que alguien pudiera sentir que era mi culpa, no me malinterpretes. Pero es que no me esperaba confirmarlo. Y menos me esperaba que lo usaran como argumento para algo material. Es que hasta ruin y bajo me parece!! No sé, no sé qué opines tú, pero hasta ruin y bajo me parece a mí...

En fin, era sólo por eso. Tenía que escribirte para decírtelo porque sé que te gustaría saberlo. Ya, notificado estás. Así son las cosas aquí y ahora en estos dos lados del mismo mundo. Es que no entiendo cómo siendo tan pequeña la casa en que vivimos, se crean tantos huequitos y recovecos miserables y oscuros.

Ahora, si puedes, hazme saber tu opinión y sentir al respecto. Dame consejos sobre lo que deba hacer o dejar de lado. Te cuento todo esto porque necesito tu opinión. Bueno, si no me quieres dar recomendaciones ni opinión, también sabré respetarte. Al fin y al cabo, sí que tendrás razón al decir “esa es tu vida...” Segurito que te voy a entender, de verdad que sí.

Y sí, por favor, quédate tranquilo. Al fin y al cabo tu y yo sabemos lo que es más importante y lo que tenemos que saber. Eso me basta y me sobra.

Gracias por estar allí siempre y por toda tu amabilidad, que siempre te caracterizó...

Un beso...

1 Comments:

Anonymous Anónimo Dijo...

Creo que necesitamos conversar (o al menos yo quiero conversar contigo). Cuando quieras hacerlo ya sabes donde estoy.

Un fuerte abrazo!!!

12:29 p. m.  

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