03 enero, 2006

Reorganizar a favor de la paz...

Reorganizar. En eso ando desde hace unos días... mas bien, casi un mes. Sí, es un asunto que se dice y se interpreta fácil: "reorganizar"= "ordenar otra vez". Pero, créanme, humildemente les digo que toma tiempo y cuesta algo re-organizar una vida.

No, claro que no es toda una vida, eso sería mucho trabajo! Pero por muy limitado que sea el período de tiempo que toca, esa reorganización siempre tropieza un período mucho más allá o mucho más acá que el específico al que hemos decidido tratar.

Y ya se preguntarán por ahí qué ando reorganizando. Fácil: mi vida en el último año y mi visión sobre las parejas. Me mudé de país, cambié de casa, tuve que clasificar qué llevarme y qué dejar, adaptarme, organizarme, aprender, entender, aceptar, olvidar, seguir, analizar, reflexionar, perdonar, desistir, decidir, comenzar, regresar y, ahora, estoy en el re-organizar...

El proceso de mudanza de país tenía pareja metida en el medio y, como si no fuera suficiente con el lío de dejar el país y adaptarse al otro, también tenía que mezclarse en el desbarajuste que ya les mencioné, ese pedacito del corazón que se refiere a los afectos hacia una pareja. Es que las cosas que pasan a veces, uno ni las mide ni las prevee por mucho que las planifique...

Y bueno, ahora estoy con media vida acá y un pedacito allá. Lo poco que me llevé, me lo tuve que traer. Y como la aerolínea no me dejaba traer más de 20 kilos, lo que me traje de mis cositas, tras estudiar qué traer y qué dejar, vienen por ahí en viaje. Algún día me llegarán. Y si no llegan, no me parece que vaya a perder demasiado. De hecho, no me impota en lo absoluto si no llegan.Ya me traje lo más importante.

Sí, así de sencillo. No los papeles de mi carrera o los de mi identidad. Me traje lo más importante, de verdad lo único que vale. Lo que casi siempre dejamos de lado y cubrimos con cositas: me traje entera y un poco abollada pero lo suficientemente entera como para reconstruirme.

Y en eso ando, reorganizando mi vida física y emocional. Después de un año, dos meses y algunos días, descubro de vuelta a mi casa que muchas de las cosas que dejé son inútiles, insatisfactorias, insulsas o perfectamente prescindibles. Y en eso llevo unos días: descartando cosas que no me sirven, no las necesité y no las necesitaré.

Ese proceso avanza poquito a poco. Agarro una cosita, la guardo y descubro una que no quiero, me tropiezo con una que no va allí y me voy a ponerla a su lugar y descubro que ese sitio está invadido de cosas inútiles!! Decido limpiar este sin terminar el otro sitio y se arma el rollo porque termino haciendo 5 cosas a la vez. Creo que el tema lo voy a tener que unificar y, tramo por tramo y nada más, ordenaré mi cuarto.

Ahora bien, el otro proceso, el interno, parece ser aún mucho más complejo y largo. Casi no he reordenado ni desempolvado. Casi no he jerarquizado. Digo que quiero dejarlo reposar un poco más... y luego me sale una vocecita en la parte de atrás de la cabeza que me dice "eso es como dejar que algo coja tierra un buen tiempo y luego qué? Luego tienes que limpiarlo para ver qué era y decidir qué hacer con eso, igual lo verás!" Entonces estoy en un proceso en el que por un lado quiero y por el otro no quiero analizar lo que sirve y lo que no de eso que llevo en la cajonera emocional. Al final, yo lo sé, arrastrar con peso muerto no es bueno y, más temprano que tarde, he de reorganizar ese aspecto que quiero evitar ahora...

¿Mientras? Me siento a contemplar el caos que tengo en mi interior y trato de buscarle orden para tener paz. Sí, paz. Quizás sea esa una de las cosas que más fácilmente haya llegado a mi vida después de semejante experiencia. A ratos se va, a ratos vuelve. Y lo que quiero es que se quede.

Así que estoy reorganizando para promover la paz. Parece loco, no? Pero para mí es tan lógico...

1 Comments:

Blogger luzcaraballo Dijo...

"sin prisas pero sin pausas", ¿te suena?. lo encontré muy sabio cuando lo leí. humildemente pienso que así debe ir la reorganización interna... es más, pienso que ésta nunca se acaba. es sólo que un huracán nos acaba de dejar un caos de proporciones bíblicas y ahora se nota mucho más el desorden; pero siempre habrá dudas y temas por resolver. siempre habrá que reorganizar los estantes tramo por tramo y descubrir en el último que el primero está de nuevo hecho un asco y recomenzar "sin prisas pero sin pausas".

8:37 a. m.  

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